La dignidad como valor central

Misión

Consolidar nuestra posición relevante como modelo de atención gerontológica centrada en la persona. Acompañando un envejecimiento activo y saludable, es decir, con calidad de vida de nuestros residentes. Atendiendo la individualidad de cada residente, a través de una atención que cubre toda su integralidad como persona, y desde una valoración cognitiva y afectiva. Desplegando ámbitos confortables y seguros, físicos y sociales facilitadores, adaptado a los requerimientos de  las necesidades personales básicas, terapéuticas y socio-culturales de los Adultos Mayores. Promoviendo  y respetando la intimidad y tranquilidad del Adulto Mayor, articulando espacios de encuentro y socialización; y el cuidado de la protección de su identidad. Procurar la participación, la autodeterminación y el protagonismo de los abuelos válidos o asistidos, en las actividades cotidianas, y programadas para la estimulación y desarrollo de las facultades psicológicas y físicas. Innovando permanentemente sobre las nuevas herramientas conceptuales en el abordaje de nuestra misión.

Visión

El concepto de dignidad se basa en el «reconocimiento de la persona como valiosa en sí misma por el mero hecho de su condición humana». Toda persona, independientemente de sus características individuales (sexo, edad, raza, condiciones físicas y psicológicas), situación económica, social y cultural, así como de sus creencias o formas de pensar, es por tanto, merecedora de respeto. La Atención Gerontológica Centrada en la Persona es un modelo de atención que asume, como punto de partida, que las personas mayores, como seres humanos que son, merecen ser tratadas con igual consideración y respeto que cualquier otra, desde el reconocimiento de que todas las personas tenemos igual dignidad. En lo que atañe a la atención profesional a las personas en situación de fragilidad o dependencia, el trato digno implica buscar la conjunción de las dos dimensiones de la capacidad personal: la autonomía y la independencia. Es ser considerada como sujeto de atención y no como objeto de asistencia. En esta doctrina se informa y nutre el trabajo y la proyección de nuestro Hogar.